jueves, 26 de febrero de 2009

Del cabús y semejantes

No se siente en los asientos de atrás, me decía mi mamá cuando nos montábamos al bus. Como todo buen niño, no dudaba de la palabra de mi santa madre, y aunque lo dudara, esa mirada de todas las mamás, que aún me asusta cuando la recuerdo, me obligaba a sentarme en las primeras filas.

Pecadores, borrachos, marihuanos, asaltantes, toda clase de monstruos capaces de cualquier atrocidad, ocupaban ese lugar sombrío, final del pasillo metálico corroído, que por miedo infundido, temí por mucho tiempo. Era como si el servicio de transporte público se partiera en dos mitades.

Los asientos traseros son lugares despreciados. No hay nada más gratificante que estar al frente, ser el que llega primero, triunfante, tirarse un pedo y que lo huelan "los de atrás"; esos, los que hablan en voz alta, los que comen pollo frito, los que cuentan sus pocas monedas para pagar el pasaje, los que huelen los pedos que se tiraron los de adelante.

Pero la casualidad (o la impuntualidad), dejó sin espacios mis lugares comunes y me obligó a ubicarme en ese mundo desconocido hasta ese momento.
Y ahí fue cuando entré al hábitat de los delincuentes de los que mi mamá me advertía nunca me acercara. Grafiteros estudiantiles coloreando los asientos, ancianos hablando de sus vidas, mujeres hablando de cómo sus maridos les son infieles y cómo ellas engañan a sus maridos, la loca del barrio coqueteando con cualquier macho que le mire, el chisme entre las señoras, los olores mezclados.

De esa forma es como encuentro tanta similitud entre el cabús, que es el último vagón de un tren y los últimos asientos del autobús. Los dos tienen incontables historias. Todas interesantes. Historias que son de todos y que todos conocemos, vistas desde la perspectiva de los asientos de atrás, las cuales trataré de recopilar y transcribir para todos ustedes, que como yo, alguna vez decidimos sentarnos en el cabús.

3 comentarios:

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  2. Siempre me han gustado los últimos asientos. Hay menos gente y más tranquilidad; en medio se amontona el gentío y adelante aveces se pierde la perspectiva.

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  3. Yo personalmente soy de los que entran por la puerta de adelante y salen por la de atrás :P MUY BUENO MAE SIGA ESCRIBIENDO!!!

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